La mala estudiante que conquistó Silicon Valley y Youtube

Medio: ABC- Economía (María José Pérez Barco) | 30 de Julio de 2023

Entrevistador: María José Pérez Barco

Marta Emerson no era una alumna ejemplar, pero sacó matrícula en el mundo de los negocios

y ahora enseña a sus 417.000 seguidores los secretos del emprendimiento

Contar con 417.000 seguidores en un canal de Youtube y 20 millones de visualizaciones no es un golpe de suerte. Sobre todo cuando se genera información, recursos y consejos para crear un nuevo negocio, o para gestionar las finanzas personales, o ganar dinero online, o mejorar las habilidades para crecer profesionalmente como hace Marta Emerson, emprendedora y creadora de contenido. Ha fundado además la Escuela 6 Cifras Digital desde donde ha formado a más de 20.000 alumnos de más de 20 países para abrir su propia empresa digital desde cualquier parte del mundo.

Por tanto, con esos resultados, su éxito en las redes sociales y en la divulgación y formación para el emprendimiento no viene caído del cielo, sino respaldado por quince años de dedicación única y exclusiva al frenético mundo de las inversiones. Fue «un amor a primera vista», reconoce ella misma.

Y eso que esta licenciada en Ciencias de la Información y con un MBA por La Salle creyó en su momento que terminaría realizando un curso de mecanografía y trabajando como auxiliar administrativa. «He sido mala estudiante, con malas notas, suspendía. Llegué a la universidad porque me empujaron mis padres», recuerda.

Sin embargo, en el mundo de las finanzas, de las inversiones, surgió la chispa de su vocación. «Se me daba muy bien el tema de los negocios. En el mundo real aprendía más rápido que en los estudios. Al final las notas no te definen», cree firmemente. Y debe llevar toda la razón porque Emerson ya entró, desde el primer momento, con paso firme y fuerza en el ecosistema emprendedor. «Buscaba contactos para conocer a gente y tener oportunidades. Conocí a Xavier Casares cuando estaba formando equipo para introducir la red de ‘business angels’ Keiretsu en España. Fui el primer miembro de ese equipo. Aprendí muchísimo y me convertí en socia. Al meterme dentro de este ecosistema mi vida cambió. Tuve suerte al entrar en el mundo de la inversión privada con la red más grande del mundo. Tenía habilidades para crear conexiones, hacer ‘networking’, caer bien a la gente y eso ayuda a conseguir objetivos y contactos. Sabiéndote mover, consigues muchas cosas».

Mujer orquesta

A la par, fundó una agencia de comunicación. «Tuve una época de hacer varios proyectos a la vez», apunta. Y en uno de sus viajes a San Francisco, en un cóctel conoció al presidente de Scaale Group, la gran firma estadounidense especializada en consultoría y asesoría a empresas. A los pocos meses alcanzó la cima cuando fue nombrada vicepresidenta mundial de esta compañía, con sede en Silicon Valley, la meca del ecosistema emprendedor, uno de los mercados más competitivos del mundo y donde ha vivido durante diez años.

Su currículum son dos páginas con una enumeración línea a línea de proyectos, cargos, trabajos… Ha gestionado equipos en diferentes países y presupuestos de cientos de miles de dólares, ha mentorizado empresas, ha fundado o cofundado otras seis, ha organizado más de 40 foros de inversión, ha dado más de 200 conferencias en ocho países en diez años, durante cuatro años viajó más de 150 días al año a India, China, Europa, EE.UU…

Trabajó, trabajó y viajó y viajo hasta que, con su segunda hija, levantó el pie del acelerador. «Quería cambiar de vida porque era demasiado intensa la que llevaba», considera. Comenzó a crear su marca personal y «explicar cosas en la Red basadas en mi experiencia real sobre asuntos empresariales. No copio consejos, expongo ejemplos y situaciones reales que he vivido». Ese es el secreto de su éxito. «Es mi elemento diferenciador», afirma.

Ahora pone orden y concierto para todo aquel que quiera emprender. «La gente busca claridad y foco en lo que quiere hacer y cómo hacerlo. Hay mucho contenido en internet, pero la gente no focaliza y se pierde. Necesitan algo de orden para montar una empresa o un autoempleo», estima. Un paréntesis, de momento, hasta que regrese al frenético mundo de Silicon Valley.